Es interesante ver la evolución que los colchones han tenido a lo largo de la historia.
Inicialmente, los primeros colchones eran compuestos por paja, hierbas y pieles de animales, eran cómodos, pero carecían de soporte e higiene; conforme fue avanzando la civilización se fueron incorporando materiales más avanzados como lana y plumas, lo cual ayudó a mejorar la experiencia del descanso.
Poco después, con la revolución industrial, se introdujeron los colchones de resortes, los cuales eran más durables y tenían mayor soporte.
En el siglo XX se desarrolló las espumas de poliuretano lo cual permitió la creación de colchones más ergonómicos y personalizados, que ayudó el que se pudiera adaptar mejor a la forma del cuerpo.
En 1960 la NASA desarrolló la espuma visco elástica para mejorar la seguridad de los asientos de los aviones, y después la misma tecnología fue usada para los colchones.
Con el avance de la tecnología hemos podido ver cómo sigue evolucionando rápidamente, hay colchones con tecnología de enfriamiento que regula la temperatura durante la noche, hay otros que se conectan a celulares y ajustan automáticamente la firmeza o posición.
Será interesante ver cómo en siguientes años se siguen desarrollando soluciones para un mejor descanso.